CÓMO AUMENTAR LA AUTOESTIMA DE NUESTRO HIJO

Todos sabemos la importancia de tener una buena autoestima para vivir bien, relacionarnos con los demás y lograr todos nuestros objetivos.

La autoestima se crea y se fortalece en joven edad. Es verdad que de adulto se puede fortalecer y puede aumentar gracias a nuestros esfuerzos y nuestros logros, pero es cierto que, si nosotros los padres acompañamos a nuestro hijo de la forma correcta para aumentar su autoestima, será mucho más probable que de adolescente y de adulto sea un hombre seguro de sí mismo, con una buena autoestima, que logre buenos resultados a nivel académico, deportivo y laboral, que sepa pensar con su cabeza sin dejarse influenciar por la opinión de los demás y sobre todo que viva feliz.

Hoy miraremos cómo podemos aumentar la autoestima de nuestro hijo, fortalecer su carácter y lo que tenemos que evitar como padres para no disminuir la confianza del niño. Lo que vas a aprender hoy te será de gran utilidad para el presente y el futuro de tu hijo.

Puntos clave para aumentar la autoestima de nuestro hijo

Las pautas más importantes a seguir para aumentar la autoestima de tu hijo son las siguientes:

- Tiempo de interacción con tu hijo : dedicar tiempo de juego todos los días a tu hijo fortalecerá su autoestima por qué tu niño se sentirá amado por ti. Si no pasas por lo menos 30 minutos diarios de buenos momentos con tu hijo, riendo, jugando, bailando, haciendo cualquier actividad divertida para él, tu niño no se sentirá del todo amado, porque la persona más importante de su vida no quiere compartir tiempo con él, dado que siempre está ocupada con asuntos más importantes que estar con él. Eso disminuye la autoestima de tu hijo. Sin embargo, sentirse amado y considerado por ti le ayudará a sentir más seguridad en sí mismo.

- No compares a tu hijo: un error grave es comparar a tu hijo con hermanos, primos, amigos, etc. Tu hijo es único. Tiene muchísimas cualidades, no lo compares con nadie. No hables con énfasis de los logros de los demás comparando sus bajos resultados. Eso le hará daño porque siempre pensará que, haga lo que haga, habrá alguien mejor que él.

- Acompaña los logros y los fallos de tu hijo: Felicita a tu hijo todos los días por los logros que obtiene, también los más pequeños. Mientras lo veas haciendo sus tareas felicítalo. Cuando esté jugando tranquilamente con su hermano dile lo contento que estás de él. Cuando logra un objetivo también pequeño, dile lo orgulloso que estás de tener un hijo así, que es el mejor hijo del mundo. Hazlo sentir importante y no lo desprecies, ni en privado ni muchos menos delante de los demás. Si se equivoca evita juicios y sermones, acompáñalo con amor y respeto cuando hace algo que no está bien. Acepta con amor y paciencia sus conductas negativas, guiandóle con el ejemplo, sin utilizar frases que lo puedan herir.

- Evita criticar: cuando tu hijo se porta mal, interviene con amor sobre la conducta negativa, evitando críticas. Si lo ves pegando al hermano o a un amigo, dile que no está bien pegar, que así hace daño a los demás y que seguro que a él no le gustaría que se lo hicieran, pero no le digas que es malo, que es un abusador. Intervén sobre la acción, pero no critique a la persona, tu niño puede hacer una tontería, pero no le digas nunca que es tonto. La típica y simple frase que se escucha a menudo: ¿Eres tonto o que?, perjudica mucho la autoestima del niño. Hay que tener más cuidado con las palabras que utilizamos con los niños.

- Expón tu hijo a nuevos retos: deja que tu hijo explore la vida por sí solo, no lo limites con tus miedos. Deja que haga las cosas por sí solo. Si tiene dos años deja que coma solo si él quiere, aunque se ensucie. Si tiene tres años, que se vista solo si él quiere, aunque tarde el doble de tiempo. Deja que se caiga cuando corre, que se caiga de la bici, que se le rompa la pirámide de cubo que ha construido, que pierda al juego, que se duche solo si él quiere intentarlo, que intente hacer todo lo que está capacitado para hacer según la edad que tenga. Los niños pueden hacer muchas más cosas de la que nos podemos imaginar, muchas veces somos nosotros los padres los que los limitamos. Cuando ya sea un poco más mayor, déjalo que haga en casa lo que le apetezca, aunque se equivoque. Si ves que tiene interés para la cocina, deja que intente cocinar, sin intentar controlarle o manipular sus comportamientos. Permítele que se equivoque, que aprenda con amor. Exponlo a nuevos retos cada día para que pueda aprender por sí solo: todo eso reforzará mucho su autoestima porque se sentirá más seguro y con las capacidades necesarias para lograr lo que quiere.

- Sé un ejemplo de autoestima alta: como sabemos, nuestro hijo aprende mucho de los ejemplos de sus padres. Si los padres, sobre todo la mamá o el papá que más se relaciona con él, tienen una baja autoestima, poca seguridad en sí mismo, temor de relacionarse con los demás, sus acciones serán acorde a ese estado emocional y tu hijo aprenderá y copiará probablemente estos comportamientos.

Queridos padres, estoy seguro de que estas pautas te ayudarán mucho a reforzar la seguridad de tu niño.
Tener una buena autoestima es fundamental para tu niño, para lograr los pequeños y grandes objetivos de su vida, para que no se deje manipular por los demás, para que no permita que nadie abuse o se burle de su persona.

Lo más importante para nuestros hijos

Quiero terminar con una reflexión final, que no quiere criticar a nadie. Demos a nuestros hijos lo que ellos necesitan para su bienestar emocional, no lo que nosotros necesitamos darle para nuestro bienestar personal, para estar bien con nuestra conciencia.

Nuestros hijos necesitan pasar del tiempo con nosotros, buenos momentos de interacción con sus padres. No necesitan de dinero, de ropa de marca, de miles de juguetes para ser felices. No intentemos compensar el poco tiempo que pasamos con nuestros hijos con bienes materiales o complaciendo todas sus peticiones. Eso sólo le perjudicará.

Vivimos en una sociedad consumista, dónde trabajamos mucho para comprarnos cosas que realmente no nos sirven para ser feliz. Yo también antes era así, hasta darme cuenta de que la verdadera felicidad se logra de otra forma.

Eso es el mensaje que quiero transmitir a mis hijos y compartirlo con todos vosotros, para que podáis reflexionar sobre vuestra vida y sobre la relación con vuestro hijo y vuestra pareja.

¡Nos vemos pronto con un nuevo, imperdible post! No te olvides compartir mis artículos, si lo deseas, para que más familias puedan aprender a educar positivamente a sus hijos y conseguir juntos un mundo mejor . Te espero en mi formación privada, que te dará la base imprescindible para sacar lo mejor de ti y ser la mejor madre o el mejor padre para tus queridos hijos.