"Educación Emocional Real: Consejos para Padres en la Vida Real"
¿Conoces la real importancia de las emociones en la vida de tus hijos? ¿Quieres enseñar educación emocional a tus hijos, pero no sabes por dónde empezar? ¿No sabes cómo reaccionar antes las fuertes expresiones emocionales de tus hijos, tanto niños como adolescentes?
Hoy analizaremos por qué son tan importantes las emociones en las vidas de todo ser humano y de cómo podemos actuar con nuestros hijos para que tengan una óptima comprensión de su mundo emocional. Lo que aprenderás hoy, si lo aplicas en tu vida diaria, te ayudará a tener mejor relación con tus hijos y bienestar familiar.
La educación emocional es la base de la educación infantil. Las emociones que sentimos en nuestra vida diaria influyen en nuestro estado de ánimo, en nuestra paz y felicidad. Si no sabemos comprender nuestro mundo emocional, viviremos a merced de nuestras emociones, sin ningún control sobre ella.
Eso significa que estaremos tristes o alegres, enfadados o tranquilos según la emoción que tengamos. Es verdad que toda emoción surge espontánea en nosotros, pero de adultos deberíamos tener las herramientas para que las emociones no nos quiten la paz, que es el estado natural en el cual debería vivir una persona emocionalmente equilibrada.
Si queremos vivir plenamente, no podemos permitir que nuestras emociones controlen nuestra vida, debemos ser capaces de analizarlas, canalizarlas, ponerlas en perspectivas y luego dejarlas fluir para que no nos quiten paz interior. En nuestro canal tenemos una lista de videos sobre las emociones, que te dejaré en la descripción o que puedes ver luego pinchando aquí arriba.
¿Y cómo aprendemos sobre nuestro mundo emocional? ¿Cómo conseguimos que las emociones no controlen nuestra vida? Antes de seguir, si te está gustando esa información, te pido solo dos cosas: de suscribirte al canal, para ser parte de nuestra comunidad de padres conscientes y de regalarme un buen like, para ayudarme a llegar a más familias.
Nosotros, como adultos, somos el resultado de nuestra infancia y adolescencia. Todos los estudios actuales al respecto confirman que los genes influyen muy poco en nuestra personalidad, en nuestro carácter. Lo que influye en nosotros es lo que aprendemos en nuestros primeros años de vida, cuando se realiza la programación cerebral.
Desde luego, la educación infantil se ha basado en principios erróneos que ahora nos cuesta extirpar de nuestra sociedad. Hay un completo desconocimiento sobre el mundo emocional infantil. Se etiquetan con el nombre despreciativo de rabietas, berrinches o pataletas, las expresiones emocionales intensas de los niños, que son totalmente normales, como explico en otras clases.
Se condenan las reacciones emotivas de los adolescentes, etiquetándolos como rebeldes, sin intentar comprender lo que está pasando en su cerebro, por total desconocimiento.
En la educación tradicional se priorizan otras cosas, como la salud física del niño, aunque luego le alimentamos mal, la adquisición de una cultura general, el respecto de normas de convivencia en la sociedad, dejando de un lado lo más importante, que es la salud mental del niño, su óptimo desarrollo cerebral, que incluye las emociones.
Sin embargo, tener una buena inteligencia emocional es fundamental para vivir una vida plena. Es justamente en la infancia y en la adolescencia cuando tenemos la oportunidad de aprender sobre nuestras emociones, no a través de pegatinas, colores, caras tristes o felices como se hace en la escuela, más bien acompañando las emociones de nuestros hijos, tanto en la infancia como en la adolescencia.
Los niños aprenden por el ejemplo de sus figuras de referencias, padres, abuelos, maestros y formadores. No podemos pretender que los niños sepan entender sus emociones y canalizarlas correctamente cuando su figura de referencia, que debería ser su guía, tiene un total descontrol emocional, grita, se enfada, regaña, o hasta pega…
Los adultos tenemos ese total desconocimiento emocional, porque de niños y adolescentes sufrimos una total represión emocional. Y perpetuamos los mismos errores con nuestros hijos, nietos o alumnos.
Si quieres romper esa cadena nefasta y poder ayudar a tus hijos, lo primero que debes hacer es conocer tu mundo emocional. En nuestra academia online para padres de familiaycrecimiento.com te acompañamos en ese proceso. Escríbeme para más información.
Ahora te daré algunos consejos prácticos que puedes aplicar desde hoy mismo con tus hijos de 0 a 21 años de edad. Nunca te tomes a mal lo que te dice cuando está en plena explosión emocional. Sus explosiones emocionales son su forma de expresar lo que siente, no tiene nada que ver contigo.
En estas fases, nuestro cerebro está en desarrollo, solo podemos expresar las emociones de forma instintiva, espontánea, sin filtros. La infancia y la adolescencia son las únicas fases en las cuales debería estar lícito y aceptado expresar nuestras emociones de forma natural.
Las emociones se expresan, no se retienen, no se reprimen, ni se controlan o gestionan. Enseñar educación emocional es simplemente permitir que nuestro hijo exprese cualquier tipo de emoción que siente de forma natural, sin ningún tipo de represión, recibiendo un óptimo acompañamiento emocional, lo que enseñamos los Instructores de la Educación Real, única filosofía educativa que toma en cuenta las reales necesidades de los niños y adolescentes.
Si tu hijo de 3 años se enfada, grita, llora y te dice «mala», no te lo tomes a mal, está expresando su emoción sin ninguna reflexión. Lo mismo ocurre en la adolescencia, cuando hay muchos cambios a nivel cerebral y una fuerte influencia de las hormonas.
No te tomes como algo personal si tu hijo se enfada contigo y te dice cualquier cosa, está expresando su emoción sin filtros. Puede que haya retenido emociones en su infancia por pasar por buen niño y que ahora intente sacar lo que siente. Puede que de forma inconsciente tenga resentimiento hacia sus padres por el trato recibido en su infancia y que lo exprese de esa forma.
Hay mil razones diferentes, lo que hay que hacer en todos casos es comprender, aceptar y tolerar estas expresiones emocional, con paciencia, amor y empatía.
Nuestros adolescentes necesitan más que nunca nuestra comprensión y amor, nuestro ejemplo y nuestra, guía. Etiquetarlos como rebeldes, difíciles, complicados, no les ayuda en esa fase de su vida tan delicada. Muchas veces los problemas en esa fase nacen porque no recibieron un buen acompañamiento emocional en su infancia, no recibieron el trato que necesitaban para su correcto desarrollo.
Hubo represión emocional, manipulaciones y chantajes emocionales. Todo eso lleva consecuencias negativas en esa fase. Pero podemos corregir nuestros errores, aportándole un buen trato, para que su cerebro pueda convertir los inputs negativos que recibió por inputs positivos. Ahora es cuando hay que hacerlo. En la adultez, será mucho más complicado, aunque tenemos la posibilidad de reprogramar nuestro cerebro a cualquier edad, si lo queremos.
Sé tú un ejemplo para tus hijos de inteligencia emocional, de templanza, de amor, de paz interior. Si no sabes por dónde empezar, puedes contactarme directamente para que te brinde apoyo en tu crecimiento como madre o padre consciente. Tenemos una promoción de formación para padres de 3 meses, con plazas limitadas. Te espero dentro.
Un fuerte abrazo. Chao
