La Violencia es la peor forma de Educar A Nuestros Niños y no funciona

Queridos padres ,

La sociedad en la cual vivimos está todavía repleta de violencia. No me refiero solo a unas innumerables guerras lejanas entre pueblos o al terrorismo, sino a todo tipo de violencia que vivimos diariamente como la violencia de género, la violencia infantil, el bullying en las escuelas, etc…

Todos estos abusos son el resultado de una educación equivocada que impartimos a nuestros hijos. La violencia solo genera violencia y hoy voy a intentar explicarlo de la mejor manera posible en ese post para que no queden más dudas y podamos empezar a educar a nuestros niños de una forma más correcta y respetuosa para el bien de nuestros niños y del mundo entero .

El castigo físico es una técnica de educación antigua que ya está comprobado científicamente que no funciona. Si así fuera todos los niños que son maltratados serian los más respetuosos, sociables, con buenas notas, con confianza en sí mismos. Pero sabemos que no es así.

Todas las personas con trastornos psicológicos, violentas e inestables han sido criadas en familias problemáticas. Con eso no quiero decir que todos los niños que reciban una mala educación, cuando sean mayores se conviertan en unos criminales. Sin embargo, en la mayoría de los casos tendrán algún problema a nivel emocional, de relación con los demás, de autoestima o podrán ser personas violentas que maltratan a su pareja o a sus hijos.

Creo que nadie quiere eso para sus hijos. Todos queremos que sean felices, pero si hasta ahora has utilizado la violencia para intentar educar a tu hijo es importante que sepas como padre la consecuencia que podrían generar en él si no cambias a partir de ahora. La buena noticia es que, si tu niño aún es pequeño, estás a tiempo para modificar tu conducta y así lo salvarás.

Tipologías de Educación Violenta

Veamos los tipos más comunes de violencia que se suelen usar con los hijos:

verbal: gritos, amenazas e insultos
tirar de la oreja o coger con fuerza por un brazo
los cachetes, los pellizcos y las nalgadas
los castigos (eso lo tratamos en otros artículos)
violencia psicológica : chantajes emocionales, comparaciones, negligencia emocional, etc…

Todos esos son ejemplos de violencia hacia un niño. Por supuesto la física es la peor y la más visible, pero también la verbal y psicológica es grave.

Algunos dirán: «A mí me castigaban continuamente, me daban cachetes y nalgadas, pero soy una persona feliz y equilibrada». Me alegro por ti, pero no quiero entrar en ese debate.

Solo te puedo asegurar que la violencia casi siempre genera más violencia y está más que comprobado por estudios de expertos (puedes leer el libro El cerebro del niño explicado a los padres del neuropsicólogo Álvaro Bilbao) que ese tipo de educación es peligrosa, inapropiada y además NO DA RESULTADOS.

No querrás jugar tu vida y aún menos la vida de tus hijos a la ruleta rusa, pero si educas a tus hijos de esa forma es lo que estás haciendo.

Repercusiones emotivas

Si aún piensas que un padre o una madre pueda utilizar estos recursos, te voy a poner un par de ejemplos para sacarte de dudas.

¿Te gustaría que tu pareja te gritara continuamente, te obligara a comer lo que no te gusta, te tirara de la oreja si no la escuchas, te cogiera con fuerza por un brazo si no te diera prisa, te diera un cachete o un pellizco fuerte o una nalgada para castigarte por portarte mal con el/ella según su juicio

Creo que a nadie le gustaría que la persona que se supone que te ame te humille de esa forma. Aún así en ese caso tú como adulto te podrías defender de alguna forma, pero un niño no puede hacerlo, es un ser pequeño que no sabe como defenderse de esos abusos porque la persona que se supone que lo quiere y lo tendría que proteger lo está maltratando.

Eso lo va a dañar físicamente, pero sobre todo psicológicamente y es probable que, si eso ocurre con frecuencia, en futuro lo convierta en una persona violenta o en alguien temeroso de todo, que piensa que se merece los gritos y ser humillado cuando se equivoca y eso va a perjudicar su autoestima.

Consecuencias de la violencia

Si tu jefe/a se enfadara al primer fallo que hagas, si te hablara continuamente enojado, te mandara con malos modales, seguro que no te gustaría y probablemente harías lo que te pide por temor y no porque qué estás de acuerdo con él/ella. Es probable que cuando no esté presente hagas todo lo contrario de lo que te pide, porque no lo respetas y no lo admiras.

Si esos maltratos psicológicos fueran continuos en el tiempo, es probable que un día estalles, te enfrentes a él/ella y que dejes tu trabajo para no volver a tener algún tipo de relación con esa persona.

Lo mismo hace tu hijo. Si le pides algo gritando o pegando es probable que te escuche por miedo al castigo y no por amor o por convencimiento y la vez siguiente tampoco te escuchará y tendrás siempre que gritar y castigarlo con la esperanza de que te atienda, hasta que llegue un día que ya él no tendrá miedo y no te prestará más atención. Se largará de casa y tu relación con él estará en buena parte perjudicada.

¿De veras quieres ese tipo de relación con tu amado hijo? ¿No sería mejor educarlo desde el amor, el respeto, la empatía, y los buenos modales? Eso no es educación, es una forma de violencia para con tu hijo. Tranquilo, si te parece imposible educar de esa forma, ya te diré cómo lograrlo en mis artículos o en mi formación privada, si quieres dar un paso más allá. Te enseñaré a educar sin peticiones, sin pretender que tu hijo atienda a tus órdenes, te obedezca como un robot.

Haz una introspección personal

Cuando gritas o pegas a tu hijo ¿crees que de verdad lo estás corrigiendo o te estás liberando de tus frustraciones, de tu malestar por estar cansado/a, estresado/a o por impotencia porque no sabes que hacer para que tu hijo te escuches y haga lo que le pides Si ese tipo de educación funcionara, tu hijo siempre te haría caso, pero sabemos que no es así, tendrás siempre que volver a recurrir a ese recurso para que te atienda.

La realidad es que utilizamos estos recursos ancestrales cuando perdemos la paciencia, por impotencia porque no sabemos como actuar de otra manera y al mismo tiempo aliviamos el estrés de esa forma. Pero tu hijo no tiene la culpa, no puedes usar a tu niño como terapia antiestrés para aplacar tus frustraciones.

Tu niño te espera a casa para que le dé amor, para jugar con él, para enseñarle y acompañarle desde el cariño y el respeto, no para que lo maltrate. Acuérdate que eres su héroe, su ejemplo a seguir.

Educar a Nuestros Niños para cambiar el Mundo

Cambiar el mundo está en nuestras manos. Empecemos a educar a nuestros niños con amor y respeto sin violencia alguna, porque nuestros niños son las futuras generaciones. Depende de nosotros criar personas equilibradas, que ayuden al prójimo, que sean respetuosas, que amen la vida. No querrás que sean personas egoístas, malvadas, desequilibradas, violentas con su pareja, etc.

Nadie quiere eso para sus hijos porque son el bien más precioso que tenemos, por eso les hemos traído al mundo, ¿verdad? Sé feliz educando a tu hijo, la vida es corta y el tiempo pasa rápido, no lo malgaste peleando con tu niño, gritándole, tirándole de la oreja, más bien disfruta con él, pasad buenos momentos juntos, jugando, riendo y disfrutando de su presencia. Los hijos son una bendición y se merecen lo mejor, ¿Cómo se puede maltratar a la persona que se supone que más se quiere a ese mundo? ¿A ese niño que es el resultado del amor entre dos personas

Aquí te dejo reflexionando sobre tu vida , sobre tu relación con tus hijos y tus personas queridas. Si ves que mis palabras han movido algo en tu interior, es algo positivo. Significa que te has dado cuenta de que algo hay que cambiar y estoy seguro de que buscarás la forma de lograrlo. Yo te ayudaré en ese proceso, si lo deseas.