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¿Pierdes la paciencia a la hora de educar? ¿Utilizas gritos, chantajes, amenazas y a veces hasta las manos para intentar educar a tu hijo sin resultados? ¿Quieres aprender otra forma de educar, pero no sabes por dónde empezar?
En la clase de hoy hablaremos de los tipos de violencia que utilizamos a la hora de educar y cómo podemos dejar de hacerlo. Al final, te voy a dejar una reflexión importante que debes escuchar si quieres dar un cambio a tu forma de educar a tus queridos hijos.
Una Sociedad Violenta
La sociedad en la cual vivimos está todavía repleta de violencia. No me refiero solo a unas innumerables guerras cercanas o lejanas entre pueblos o al terrorismo, sino a todo tipo de violencia que vivimos diariamente, como la violencia de género, la violencia infantil, el bullying en las escuelas, y un largo etcétera.
Todos estos abusos son el resultado de una educación equivocada que impartimos a nuestros hijos. La violencia solo genera violencia y hoy voy a intentar explicarlo de una forma simple para que no queden más dudas y podamos empezar a educar a nuestros niños de una forma más correcta y respetuosa para el bien del mundo entero.
El castigo físico es una técnica de educación antigua que ya está comprobado científicamente que no funciona. Si así fuera, todos los niños que son maltratados serían los más respetuosos, sociables, con buenas notas, con confianza en sí mismos. Pero sabemos que no es así.
Todas las personas con trastornos psicológicos, violentas e inestables han crecido en familias problemáticas. Con eso no quiero decir que todos los niños que reciban una mala educación, cuando sean mayores, se conviertan en unos criminales. Sin embargo, en la mayoría de los casos tendrán muchas heridas emocionales que le causan algún problema a nivel emocional, de relación con los demás, de autoestima o podrán ser personas violentas que maltratan a su pareja o a sus hijos.
Creo que nadie quiere eso para sus hijos. Todos queremos que sean felices, pero si hasta ahora has utilizado la violencia para intentar educar a tu hijo, es importante que sepas como padre las consecuencias que podrían generar en él si no cambias a partir de ahora. La buena noticia es que, si tu hijo tiene entre 0 y 21 años de edad, que es la fase de desarrollo cerebral, estás a tiempo para modificar tu conducta y así salvarle.
Tipos de Violencia hacia los Hijos
Veamos los tipos más comunes de violencia que se suelen usar con los hijos:
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- verbal: gritos, amenazas e insultos
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- Física: bofetadas, tirar de la oreja o coger con fuerza por un brazo, los cachetes, los pellizcos y las nalgadas
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- los premios, castigos y consecuencias impuestas
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- violencia psicológica: chantajes emocionales, manipulaciones, comparaciones, negligencia emocional
Todos esos son ejemplos de violencia hacia un niño. Seguramente la física es la peor y la más visible, pero también la violencia verbal y psicológica tienen un impacto nefasto en el cerebro infantil.
Si piensas que un padre o una madre pueda utilizar estos recursos, te voy a poner un par de ejemplos para sacarte de dudas.
¿Te gustaría que tu pareja te gritara continuamente, te obligara a comer lo que no te gusta, te tirara de la oreja si no la escuchas, te cogiera con fuerza por un brazo si no te diera prisa, te diera un cachete o un pellizco fuerte o una nalgada o de castigara por portarte mal con él o ella según su juicio?
Creo que a nadie le gustaría que la persona que se supone que te ame, te humille de esa forma. Aun así, en ese caso tú, como adulto, te podrías defender de alguna forma, pero un niño no puede hacerlo, es un ser pequeño que no sabe cómo defenderse de esos abusos, porque la persona que se supone que lo quiere y lo tendría que proteger lo está maltratando.
Eso lo va a dañar físicamente, pero sobre todo psicológicamente, y es probable que, si eso ocurre con frecuencia, en futuro se convierta en una persona violenta o en alguien temeroso de todo, que piensa que se merece los gritos y ser humillado cuando se equivoca y eso va a perjudicar su autoestima.
Si le hablas gritando o si lo pegas, es probable que haga lo que le pidas por temor o miedo al castigo y tendrás siempre que gritar y castigarlo con la esperanza de que te atienda, hasta que llegue un día en que ya no tendrá miedo y no te prestará más atención. Se largará de casa y tu relación con él estará en buena parte perjudicada.
Nuestros hijos no son nuestros esclavos, nuestros servidores, son personas que debemos cuidar con absoluto amor y respeto, han llegado a ese mundo por medio de nosotros, hemos querido tenerlo. No dejes que tus heridas de la infancia, que todos tenemos, perjudiquen la relación con tus hijos.
La Relación con Nuestros Hijos
¿De veras quieres ese tipo de relación con tu amado hijo? ¿No sería mejor educarlo desde el amor, el respeto, la empatía, y los buenos modales? Tranquilo, si te parece imposible educar de esa forma, visita nuestro canal de YouTube para no perderte ninguna clase de aprendizaje para padres y poder mejorar así tu forma de educar.
Si quieres dar un paso más allá, te espero en mi formación privada, donde te enseñaré a educar sin peticiones, sin pretender que tu hijo atienda a tus órdenes o te obedezca como un robot. Eso no es educación, es una forma de violencia para con tu hijo. Visita nuestra academia online para padres en familiaycrecimiento.com para más informaciones al respecto.
Cuando gritas o pegas a tu hijo, ¿crees que de verdad lo estás educando correctamente o simplemente te estás liberando de tus frustraciones, de tu malestar por estar cansado, estresado o por impotencia, porque no sabes qué hacer para que tu hijo te escuche y haga lo que le pides?
La realidad es que utilizamos estos recursos ancestrales cuando perdemos la paciencia, por impotencia, porque no sabemos cómo actuar de otra manera y al mismo tiempo aliviamos el estrés de esa forma. Pero tu hijo no tiene la culpa, no puedes usar a tu niño como terapia antiestrés para aplacar tus frustraciones.
Tu niño te espera a casa para que le dé amor, para jugar con él, para enseñarle y acompañarle desde el cariño y el respeto, no para que lo maltrate. Acuérdate que eres su héroe, su ejemplo a seguir.
Cambiar el mundo está en nuestras manos. Empecemos a educar a nuestros niños con amor y respeto, sin violencia alguna, porque nuestros niños son las futuras generaciones de nuestra sociedad. Depende de nosotros educarle para que se descubren, para que sean personas emotivamente equilibradas, que ayuden al prójimo, que sean respetuosas, que amen la vida. No querrás que sean personas egoístas, malvadas, desequilibradas, violentas con su pareja, adictas o deprimidas.
Nadie quiere eso para sus hijos porque son el bien más precioso que tenemos, por eso les hemos traído al mundo, ¿verdad? Sé feliz educando a tu hijo, la vida es corta y el tiempo pasa rápido, no lo malgastes peleando con tu niño, gritándole, tirándole de la oreja, más bien disfruta con él, pasad buenos momentos juntos, jugando, riendo y disfrutando de su presencia. Los hijos son una bendición y se merecen lo mejor.
Reflexión para Padres
Te invito a reflexionar sobre tu vida, sobre tu relación, con tus hijos y tus personas queridas, con estas preguntas: ¿Cómo se puede maltratar a la persona que se supone que más se quiere en ese mundo? ¿A ese niño que es el resultado del amor entre dos personas?
Si ves que mis palabras han movido algo en tu interior, es algo positivo. Significa que te has dado cuenta de que algo hay que cambiar y estoy seguro de que buscarás la forma de lograrlo. No estás solo en ese proceso, entra a hacer parte de nuestra comunidad para recibir apoyo en tu rol como madre o padre consciente.
Te agradezco por dejarme entrar en tu vida por medio de esas palabras. Deja un comentario con tu nombre y tu país para saber que estás comprometido con la educación de tus hijos. No te olvides de compartir con todas las personas a las cuales pueda ayudar ese contenido tan valioso.
¡Que tengas un feliz día junto a tu hijo! Un abrazo.
