Errores a evitar ante una rabieta o berrinche de nuestro hijo
¿No sabes cómo actuar ante una rabieta de tu hijo? ¿Te pones nervioso y terminas cediendo a sus peticiones con el fin de que deje de expresar sus emociones de forma tan intensa?
Hoy vamos a hablar de las expresiones emocionales intensas que tienen nuestros hijos, mal conocidas como rabietas o berrinches, en particular de los errores que debemos evitar para no reforzar aún más estas expresiones.
En primer lugar, vamos a aclarar que es realmente una rabieta o berrinche. Se trata de una expresión emocional intensa del niño por no poder lograr lo que desea. El cerebro del niño está en fase de formación, las emociones a esa edad se expresan de forma primitiva, instintiva, no hay ningún filtro, ningún control.
No podemos pretender que el niño pueda controlar una expresión emocional dado que no tiene desarrollada la corteza prefrontal, que es la parta cerebral encargada de controlar nuestros impulsos, como explico también en ese otro video que puedes ver luego pinchándole arriba y que te dejaré en la descripción. Debemos tener comprensión y amor, respetando esas expresiones emocionales y acompañándolas de la mejor forma posible. Si queremos que nuestro hijo de adulto sepa entender sus emociones y expresarlas correctamente, es ahora de niño que debe poder expresarlas libremente.
Si no le permitimos expresarlas o si hacemos todo lo posible para que terminen cuanto antes, estaremos ejerciendo represión emocional, que es la causa mayor del desconocimiento emocional en la vida adulta. Por eso no debemos llamarlas rabietas, berrinches o pataletas, sino más bien respetarlas llamándolas simplemente expresiones emocionales. Realmente el niño no las tiene para fastidiarnos, simplemente no tiene otro recurso para expresar su rabia, su frustración.
Las emociones simplemente se acompañan con amor y comprensión, aportando un óptimo acompañamiento emocional, como explico en ese video sobre el paso a paso que debemos seguir. Todas esas clases sobre educación emocional presentes en el canal tienen un valor inmenso para tu formación como madre o padre consciente, y para todas las personas en contacto con niños. En la descripción te dejo los enlaces para verlos y seguir aprendiendo.
Si te preguntas si estas emociones pueden disminuir de intensidad con el tiempo, la respuesta es sí, siempre y cuando nosotros actuemos de la forma correcta.
En primer lugar, es muy importante que seas un ejemplo de control de impulso, de calma y tranquilidad para trasmitir serenidad a tu hijo.
El niño aprende de nuestro ejemplo. Si tu niño te ves que reaccionas con cólera ante situaciones para ti frustrantes, él aprenderá lo mismo. No somos perfectos y a veces es normal enfadarse por algo que nos pasa, yo he trabajado mucho en mí mismo para aprender a controlarme y para lograr un fuerte control de impulso, aunque a veces pueda perder la paciencia o enfadarme también. Pero, si eso es frecuente delante de nuestro hijo, le estaremos enseñando a reaccionar con rabia ante las frustraciones, los inconvenientes y las negativas.
Por esta razón, no tenemos que enfadarnos con nuestro hijo por su expresión emocional. Es completamente normal que un niño quiera un helado, quiera comprar un juego o quedarse más tiempo jugando con sus amigos. Tenemos que acompañarlo emocionalmente durante su expresión, esperar con paciencia y buen trato que se tranquilice poco a poco y luego explicarle el motivo de nuestra decisión.
Recuerda, querido padre, que amar a tu hijo no significa decirle que sí a todo. Si, por ejemplo, tu hijo quiere un helado, ya tú tienes que decidir con antelación si le vas a decir que sí o que no, y si finalmente le dices que no, ya no puedes cambiar tu respuesta, simplemente para que deje de expresar su emoción de ira. Para poderse tranquilizar, el niño debe poder expresar lo que siente en su interior, aunque no nos guste. Por supuesto, este ejemplo vale en cualquier situación, sea comer un helado, comprar un juego, ver la TV, jugar a la consola, quedarse más tiempo en el parque, etc.
Evitarle una negativa para que no se enfade y no exprese emociones intensas, no es educar con amor, es egoísmo porque lo hacemos por nuestro interés, para evitar una situación que nos molesta. Sin embargo, educar con amor es saber cuándo poner límites, por el bien de nuestro hijo. El niño, por supuesto, no sabe diferenciar lo que es saludable para él o no, simplemente busca el placer. Somos nosotros los que debemos cuidar su interés superior, por su seguridad, salud y bienestar.
El niño, por su naturaleza, quiere jugar y si lo obligas a quedarse quieto por esa razón, es normal que estalle y le provoques una expresión intensa, que hubiera sido fácilmente evitable.
Deja un comentario si te comprometes en dejar de llamar rabietas o berrinches a las expresiones emocionales de los niños y por favor ayúdame a llegar a más familias compartiendo ese post a 5 personas para ayudar a más niños.
Un fuerte abrazo. Chao
