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¿HAY NIÑOS TIRANOS Y MANIPULADORES?
¿La manipulación de los niños existe o es solo un mito? Seguramente habrás oído que los bebés y los niños pequeños manipulan a sus padres o a sus familiares. Otros piensan que algunos son malos o tiranos por naturaleza. En la clase de hoy te desvelaré la verdad sobre el comportamiento de los bebés y de los niños pequeños, que te ayudará a verlos desde otra perspectiva, más empática. Al final te voy a brindar un tip para que puedas actuar de forma correcta ante cualquier expresión emocional intensa de tu hijo.
FUNCIONAMIENTO CEREBRAL DEL BEBÉ
Los bebés, cuando nacen, tienen algunas capacidades adquiridas por naturaleza, entre las cuales comunicarse con los padres a través del llanto. Cuando lloran, significa que una de sus necesidades no está cubierta. Puede ser de natura física, como hambre, suciedad, dolor, o psicológica, dado que necesitan el contacto con su mamá o su papá para su correcto desarrollo. Todas las veces que un bebé llora es imprescindible acudir a él y atender a sus necesidades, de cualquier natura sean.
Hay gente que erróneamente aún cree que un bebé cuando llora está manipulando a sus padres, porque quiere ser cogido en brazos o simplemente no quiere estar solo. Lo primero que hay que saber es que es legítimo y natural que un bebé, en los primeros meses de vida, quiera el contacto con sus padres, en particular con su mamá.
Esta pequeña creatura ha estado unos nueve meses en el vientre de su mamá, en la oscuridad y en un clima cálido. Se alimentaba de forma automática, estaba en contacto con su madre las 24 horas del día. Ahora que salió a la luz, es totalmente esperable que se sienta desubicado y este trastorno hay que compensarlo cubriendo todas las necesidades que precisa, no solamente las físicas, sino también y sobre todo las psicológicas, para que no tenga un impacto negativo en su crecimiento.
Para su bienestar, es importante cogerlo a menudo en brazos, tener un contacto físico con él constante todas las veces que se pueda, amamantarle todas las veces que lo necesite, dormir con él y sobre todo nunca dejarlo llorar sin atenderle. Es su única manera de comunicar sus necesidades. Si no lo atendemos cada vez que llora, se sentirá abandonado por sus padres. Los bebés que sufren de abandono emocional suelen tener repercusiones negativas en sus comportamientos futuros.
Si quieres lo mejor para tu bebé, llévalo contigo cada vez que puedas con una mochila pegada a tu pecho. De esta forma le darás la seguridad que necesita y estarás formando un lazo con él que durará para siempre. Recuerda que tu bebé necesita de ti al 100%, no es un capricho ni una forma de manipular. Necesita realmente sentir tu presencia constante para su correcto desarrollo físico y sobre todo cerebral.
FUNCIONAMIENTO CEREBRAL DE 2 A 7 AÑOS
Ahora analicemos los niños de entre dos y siete años aproximadamente. En esta etapa ahora muchos pensarán que los niños aprenden a manipular a sus padres a través de caprichos, berrinches, chantajes. Si lo observamos desde una perspectiva adulta, quizás estemos en lo cierto, pero estaríamos pasando por alto algo fundamental: el cerebro de los niños no está aún desarrollado como un adulto y su manera de pensar y de actuar es completamente diferente a la nuestra.
El niño busca la diversión y el juego constantemente y también el placer inmediato. Quiere obtener lo que desea y no acepta limitaciones y negaciones. En esta etapa debemos guiarlos, pero dejándole espacio para ser niños, para expresarse líberamente, explorar, correr, experimentar, sin poner demasiado limites, solo los necesarios para su bienestar físico, psicológico y emocional. Todos los otros límites que le imponemos diciéndole constantemente: «¡No corras, no toque eso, quédate quieto, no grites, no te ensucies, no llores!», que solemos decirle, lo frustran mucho y le provocan enfados que aún no pueden ni saben controlar. Es aquí cuando empiezan las fuertes expresiones emocionales, llamadas de forma despreciativa y errónea, rabietas o berrinches, que simplemente son una forma de expresarse normal a esa edad.
¿Y qué hacen los padres cuando su hijo está en plena expresión emocional para que se tranquilice? En lugar de acompañarlo emocionalmente con paciencia y empatía, suelen reprimir ese comportamiento con castigos verbales o hasta físico, o ceder a la petición del niño, especialmente si están en un lugar público. En este último caso, terminamos por comprarle el dulce o el juguete que quería con tanto de ver a nuestro niño tranquilo.
¿Qué le estaremos enseñando de esta forma? Estaremos tapando esa expresión emocional, utilizando una manipulación para que deje de expresar lo que está sintiendo. Como consecuencia el niño no aprenderá a expresar emociones de la forma correcta, dado que en lugar de recibir consuelo y acompañamiento emocional, recibe una recompensa para que termine de sentir, que es el antítesis de la educación emocional.
¿Y qué pasa si le gritamos o le castigamos por expresar su voluntad a través del llanto y de la ira? Le estaremos enseñando a reprimir sus emociones o a enfadarse aún más, según el carácter del niño. Ambas conductas tienen repercusiones negativas en la vida del niño. Si reprime sus emociones, con el tiempo dejará de expresar emociones intensas y de llorar, o bien para evitar repercusiones negativas o bien para complacer a sus padres. Pero un niño que no expresa sus emociones podrá explotar en fases sucesivas de su vida con consecuencias negativas. Además, de adulto no tendrá conocimiento emocional, tendrá baja autoestima, a no ser que sane todas sus heridas infantiles.
Por otro lado, hay niños que se rebelan a los castigos de sus padres. Tienes expresiones emocionales aún más intensas, se enfadan muy a menudo, pegan o gritan a los demás. Todo eso lo hacen para liberar su frustración y su enfado por no haber sido comprendidos por sus cuidadores. Estos niños solemos etiquetarlos como niños malos, problemáticos. Pero el problema real no está en ellos, sino en su entorno familiar. No hay que trabajar en cambiar al niño, sino en cambiar la forma de actuar de sus padres o de sus cuidadores.
ACOMPAÑAMIENTO EMOCIONAL
¿Quieres saber qué hay que hacer para evitar que nuestro hijo aprenda a obtener beneficios con sus llantos?
En estos casos, hay que ser coherentes y comprensivos. No hay que satisfacer la voluntad del niño si va en contra de su bien, solo para que deje de sentir esa emoción intensa. Apórtale simplemente acompañamiento emocional, como enseño en ese video que puedes ver luego pinchando aquí arriba y que encontrarás en la descripción.
El niño necesita ser entendido, escuchado y que comprendamos y acompañemos sus emociones. Tiene todos los derechos de enfadarse cuando recibe una limitación o negación y su única forma de expresarse es a través del llanto y de una explosión de ira. No conoce otro recurso, su desarrollo cerebral no le permite actuar de otro modo. No es un intento de manipular, sino su manera de expresarse.
Todos deberíamos conocer el funcionamiento básico del cerebro de los niños, así no nos sorprenderíamos por su forma de actuar y aceptaríamos de buen grado a un niño que llora en una tienda, porque lo entenderíamos sin emitir juicios insensatos, como solemos hacer. No hay que reprimir al niño, sino dejar que se exprese. Cuando te encuentres en esta situación, dile que lo entiendes, que tú también en su lugar estaría molesto. Quédate a su lado y abrázalo. Ofrécele consuelo, amor y comprensión.
Sé que no es una tarea fácil, sobre todo cuando estamos en un lugar público con los ojos de todos hacia nosotros. ¿Pero qué es más importante, la opinión de los demás o el bienestar de tu hijo? No lo amenaces con castigos y no le grites cuando tenga una expresión de ira intensa. Por coherencia y sentido común, no podemos pedir a otra persona que deje de hacer algo si nosotros lo estamos haciendo, encima delante de él. Recuerda que los niños aprenden con el ejemplo. Cultiva tu paciencia y tu templanza. Tu hijo te está ofreciendo una gran oportunidad de crecimiento personal.
ERROR A EVITAR
Cuando tenga una expresión emocional intensa, nunca le digas que debería avergonzarse por portarse así delante de todos o que te avergonzó por su forma de actuar. Le estarías enseñando a avergonzarse por expresar sus emociones. Tampoco le digas que no llores. El llanto es una manera de expresar una emoción, no es algo malo ni un signo de debilidad. Todos tenemos derecho a llorar y a expresar nuestras emociones sin sentir vergüenza.
Deja un comentario diciéndome que temas te gustaría que trate en mis próximos posts y no te olvides de compartir esa información con todas las familias a las cuales pueda ser útil ese valioso contenido.
¡Un fuerte abrazo!
