Guía para Padres: Claves para Fomentar la Inteligencia Emocional en la Infancia
¿Quieres que tus hijos crezcan con equilibrio e inteligencia emocional? ¿Deseas aportarle una buena educación emocional?
Hoy te daré unas simples herramientas para acompañar a tu hijo, de cualquier edad, en su desarrollo emocional, para que descubra su mundo emocional y de adulto sea una persona feliz, con una buena inteligencia emocional.
Las emociones influyen directamente en nuestro estado de ánimo, en cómo nos sentimos, en la relación con nosotros mismos y con los demás. La inteligencia emocional es la capacidad de conocer, comprender, analizar, poner en perspectiva y dejar fluir nuestras emociones, sin que ellas nos controlen y nos hagan actuar sin ningún control de nuestro estado de ánimo.
Las emociones son un estado mental generado por nuestros pensamientos. Surgen de forma espontánea, pero nosotros tenemos la capacidad de influir en nuestros pensamientos para que no generen emociones que nos provoquen malestar, angustia o ansiedad.
En la infancia se desarrolla todo el sistema límbico, responsable de nuestras emociones, pero hasta la vida adulta, después de los 21 años de edad aproximadamente, no tenemos la capacidad poder expresar las emociones de forma apropiada o mejor dicho, como los demás se esperan que nosotros expresemos nuestras emociones.
Por esa razón, hay muchos conflictos entre hijos y padres a causa de las emociones que expresan los niños y adolescentes de forma explosiva.
En lugar de comprender las emociones de los niños y adolescentes, de tolerar, aceptar, acompañar estas fuertes expresiones emocionales, nos limitamos a reprimir emociones, porque no somos capaces de soportar un niño que llora, que se enfada, tampoco le permitimos que tenga miedo, que esté triste, a veces tampoco que se ría en exceso.
Eso nos ocurre porque tenemos un desconocimiento total de nuestro mundo emocional, a causa de la educación que recibimos en familia y en la escuela, basada en la represión emocional. No nos dejaron llorar, gritar, enfadarnos, tener miedo, hemos reprimido tanto nuestras emociones que ahora, de adultos, o bien seguimos reprimiendo, o explotamos a la primera, dañando a nosotros y a los demás. Y lo mismo perpetuamos con nuestros hijos o alumnos.
¿Quieres cambiar ese modelo equivocado para ayudar a tu hijo en su óptimo desarrollo cerebral y emocional, para que sea sí mismo y, además de adulto, sea una persona equilibrada? Aquí está la clave.
Lo único que debes hacer para fomentar la inteligencia emocional de tu hijo, sea niño o adolescente, es permitirle que pueda expresar sus emociones de la forma más natural posible, sin filtros, sin manipulaciones ni chantajes emocionales, sin intentar distraerle ni que pare de sentir. El niño necesita sacar toda su emoción de su interior, para que no se quede atrapada dentro de sí.
Se ha demostrado científicamente como las emociones influyen no solo en nuestro estado anímico, sino también físico, y son la causa principal de nuestras patologías. Retener emociones en nuestro interior, sin poderlas vivir totalmente, es tan absurdo y peligroso como retenerse en medio de la eliminación urinaria. Perdóname por el ejemplo, pero creo que de esa forma se ve más claro, ¿verdad?
El llanto, por ejemplo, es una reacción fisiológica de nuestro cuerpo a una emoción que estamos sintiendo. La persona necesita llorar para reequilibrarse en ese momento. Pedir a una persona que no llore, tenga la edad que tenga, sea la causa que sea, es muy dañino.
A partir de ahora, no le digas más a tu hijo que deje de llorar, que no se ponga triste. Las emociones no se controlan, hay que vivirlas, acompañados emocionalmente por un adulto responsable que nos apoya, nos comprende, entiende como nos sentimos sin juicios.
Acompañar emociones es la clave para una óptima inteligencia emocional de nuestros hijos. Si quieres saber el paso a paso de un óptimo acompañamiento emocional basado en los principios de la Educación Real, puedes ver luego el video que te dejaré en la descripción o pinchando aquí arriba.
No hay más trucos, ni fórmulas mágicas, ni dibujos de caras tristes o enfadadas, ni colores para enseñar sobre el mundo emocional a un niño. Simplemente, aceptar, tolerar, comprender las emociones de nuestros hijos, acompañándoles con amor y respeto, quedándonos a su lado y utilizando palabras dulces y delicadas, sin sermones ni juicios de ningún tipo.
En la teoría parece fácil, pero a la hora de ponerlo en práctica, en principio es muy difícil, ¿verdad? ¿Y por qué es tan difícil para los padres tolerar las fuertes expresiones emocionales de los hijos, mal conocidas como rabietas o berrinches?
Justamente por nuestro desconocimiento emocional. Es muy difícil enseñar algo que nosotros nunca hemos aprendido. En nuestra infancia y adolescencia nadie acompañó nuestras emociones, salvo en casos esporádicos. Por eso arrastramos este desconocimiento que nos dificulta a la hora de ponerlo en práctica con nuestros hijos en la vida real.
¿Cuál es la solución? La buena noticia es que el cerebro, también de adultos, sigue siendo maleable, y con esfuerzo y voluntad se puede hacer ese cambio que beneficiará a nosotros y a nuestros hijos para siempre. Lo ideal es ser acompañado en ese proceso, como hacemos en nuestra academia online para padres. Si quieres, estoy a tu disposición para acompañarte en el descubrimiento de tu mundo emocional y darte las herramientas para ponerlas en práctica con tus hijos. Tenemos una promoción especial para ti como miembro de nuestra comunidad de padres conscientes.
Un fuerte abrazo. Chao
