¡La VERDAD sobre la Violencia! (El Origen está en TU CASA)
¿ Conoce la verdadera origen de la violencia? Crees que es posible erradicar la violencia en nuestra sociedad?
¡Hola, familia! Bienvenidos a una nueva clase donde vamos a hablar de un tema MUY importante, un tema que nos afecta a TODOS: la violencia.
Como sabemos, la familia es la base de la sociedad. Es donde aprendemos los valores, las normas y, lamentablemente, también donde se transmite la violencia. Y no me refiero solo a la violencia física, sino también a la psicológica y emocional, que a veces es incluso más dañina.
Imaginad el cerebro de un niño como un jardín en crecimiento. Cada palabra, cada gesto, cada acto, es como una semilla que plantamos. ¿Qué pasa cuando plantamos semillas de violencia? Pues que crecen malas hierbas que dificultan el desarrollo de una mente sana y equilibrada.
Las investigaciones demuestran que la violencia, ya sea física o psicológica, afecta al desarrollo cerebral del niño, creando conexiones neuronales equivocadas que pueden condicionar su vida adulta.
Los más frágiles, los que han sufrido más violencia en su infancia, puede que en algunos casos repitan esa violencia en sus familias, con su pareja, con sus hijos y si llegan al poder, con otras poblaciones. Pueden que formen bandas para causar dolor al prójimo, que se pasen su vida provocando dolor a los demás, empezando por las personas más cercanas, en algunos casos con trágicas consecuencias.
Y aquí viene la parte más importante: ¿Cómo podemos romper este ciclo de violencia?
La respuesta está en la Educación Real. En el amor incondicional, la empatía, la escucha activa, el acompañamiento emocional. Si educamos a nuestros hijos desde el respeto y el amor, les estaremos dando las herramientas para construir un futuro mejor, un futuro con menos violencia y más armonía.
En nuestro canal de YouTube de Familia y Crecimiento encontrarás muchas clases sobre los principios de la Educación Real, suscríbete para no perderte ningún video.
Cada miembro de la sociedad sale de una familia o de un centro educativo de acogida. Si todos aplicáramos los principios de la Educación Real, en particular el Amor Incondicional y el acompañamiento emocional, estoy seguro de que la sociedad en el futuro sería mucho mejor. No habría tanto odio entre las personas, tanto resentimiento.
Habría mucho más amor entre los individuos y por ende entre la población. Esa falta de amor en la infancia, todo tipo de violencia que reciben los niños en sus familias, les marca de por vida. De adultos, serán personas con carencias más o menos grandes, que buscarán compensar con cualquier medio.
Algunos, los más afectados y resentidos, utilizan la violencia hacia el prójimo, quieren ver sufrir a los demás. Otros, no repiten la violencia física, sin embargo tienen problemas de baja autoestima, tristeza interior, desconocimiento emocional, relaciones toxicas, inseguridad, angustia y ansiedad. No saben comunicarse correctamente con el prójimo, ni en su hogar.
¿Estas personas han nacido así, como algunos pretenden? Claro que no, todos cuando nacemos somos puros, somos seres de amor, de paz y de felicidad. El entorno en el que vivimos condiciona nuestra forma de ser.
Si nuestras necesidades de niño no son cubiertas, no nos podemos desarrollar de la forma correcta. Viviremos el resto de nuestra vida con carencias, a no ser que sanemos todas nuestras heridas emocionales, o la mayoría de ellas.
Desgraciadamente, pocos padres tienen los conocimientos necesarios para educar con verdadero amor y respeto, dado que venimos arrastrando los errores educativos y las falsas creencias del pasado.
En realidad, lo único que necesita un niño para desarrollarse óptimamente es recibir un buen trato por parte de sus figuras de referencia a lo largo de su infancia y adolescencia.
Aportarle un buen trato es brindarle Amor incondicional: El niño necesita sentirse amado independientemente de su comportamiento o emociones. Es proporcionarle Presencia física y emocional, estando disponibles tanto física como emocionalmente para nuestros hijos.
Además, es esencial escuchar a los niños sin interrumpir, sin juzgar y sin intentar cambiar lo que sienten.
Sé que no es fácil educar siempre con verdadero amor incondicional a nuestros hijos. Todos llevamos heridas del pasado, patrones aprendidos que a veces repetimos sin darnos cuenta. Pero la buena noticia es que podemos cambiar. Podemos sanar nuestras propias heridas y educar a nuestros hijos desde un lugar de amor y comprensión.
En nuestra academia online para padres de familiaycrecimiento.com te ofrecemos asesorías y cursos online para ayudarte en la crianza de tus queridos hijos. En esta comunidad vamos a profundizar en las diferentes formas de violencia, incluso las más sutiles, para que aprendamos a identificarlas y a erradicarlas de nuestra vida. Te invito a que te unas a esta comunidad de Educadores Reales, donde juntos construiremos un mundo mejor, empezando por nuestros hogares.
¡Recuerda, cada pequeño cambio cuenta!
Un fuerte abrazo. ¡Chao!
