Queridos padres de familia,

En este post hablaremos de la importancia de poner limites a nuestro hijo. ¿Por qué es tan importante?  Un niño necesita algunos limites respetuosos cuando son necesarios para su interés superior. No necesita ni de reglas ni de normas a seguir, es suficiente nuestro ejemplo, nuestra guía, nuestro acompañamiento. Como guías, deberemos poner limites y decir a veces No por su bien, respetando su interés superior, no nuestro interés.

Además, nuestro hijo, cuando es aún muy pequeño, se comporta de forma muy impulsiva. Si nosotros los padres no lo guiamos y acompañamos con el ejemplo, se sentirá perdido, sin personas de referencias a las cuales acudir en caso de necesidad.

Por todas estas razones, si no le ponemos limites respetuosos desde muy pequeño, le estaremos haciendo daño en lugar de ayudarlo. Por el bien de tu hijo, te invito a acompañarle con el ejemplo y a ponerle limites respetuosos desde temprana edad.  No esperes a que sea demasiado tarde, cuando ya estés desesperado.

Poner limites respetuosos utilizando los principios de la Educación Real

Los que han leído mis artículos desde el principio, saben muy bien que estoy a favor de impartir una educación verdaderamente respetuosa, basada en la filosofía de la Educación Real, sin ningún tipo de violencia verbal , física y psicológica, libre de castigos y consecuencias impuestas. 

No hay que confundir firmeza con maltrato y abuso de poder. Nuestro hijo tiene que respetarnos igual que nosotros debemos respetarlo, pero nos respetará de verdad sólo si somos justos con él, si le hablamos con cariño y lo corregimos ,cuando es verdaderamente necesario, con amor, sin gritos ni golpes. Cuando nosotros perdemos el control, solemos utilizar los gritos porque no conseguimos otra forma para que nuestro niño nos escuche. 

Si conseguimos poner limites a nuestro hijo de la forma adecuada, no tendremos que enfadarnos con él. Ser firme significa hablar con firmeza a nuestro hijo, sin gritos, con un tono de voz estable y calmado, pero siempre con cariño, demostrándole que tenemos la situación bajo control y que, haga lo que haga, no nos vamos a enfadar y no vamos a ceder, si es por su interés superior.

Para poner limites a tus hijos lo único que necesita es usar empatía, amor, firmeza y sobre todo paciencia. Cuando tiene alguna conducta negativa simplemente está expresando su malestar y tú tienes que encontrar las causas. Lo ultimo que necesita es tu pasividad o, peor, tu desahogo contra él por tu falta de control. Lo que necesita es que intervengas sobre su mal comportamiento de la forma adecuada, con amor.

Nunca seas un sargento: tu hijo no te pertenece, no es tu propiedad. Tiene que ser libre de explorar, jugar, correr, gritar, enfadarse y estar enojado contigo. Intervén sólo cuando sea necesario, enseñándole con el ejemplo. En su infancia y adolescencia,  necesita de un guía que lo acompañe y lo ayude, si necesario. Si lo estás constantemente reprochando y corrigiendo cualquier cosa haga, no lo estarás ayudando, sino controlando y moldeándolo según lo que tu deseas y esto es lo peor que puedas hacer para su desarrollo emotivo y cerebral.

Las Consecuencias Naturales

Aclarado eso, veamos cómo hacer para poner limites de forma efectiva y permanente a nuestros hijos.

No tenemos que confundir la consecuencia con el castigo: las consecuencias naturales siempre están relacionadas con el comportamiento  de nuestro hijo. Si, por ejemplo, tu hijo al salir de casa se olvida de su chaqueta, es probable que pase frio.  Eso no es un castigo por tu parte, sino una consecuencia natural por haberse olvidado su chaqueta.

Si no quieres hacer tareas escolares y tiene todo el derecho de no hacerla, dado que un niño por la tarde debe jugar por su correcto desarrollo cognitivo, no hacer tareas impuestas, no debes castigarlo. La única consecuencia natural podría ser que no esté preparado a un examen y saque una mala nota. Eso no debe ser un problema para nosotros. Él aprenderá a ser responsable de sus obligaciones con nuestro ejemplo, con el acompañamiento emocional que le ofrecemos, no con castigos.

  Sin embargo, un castigo seria decirle algo así: «¡si no haces las tareas hoy, estás castigado y el sábado no podrás ir a casa de tu amiguito!». En este ejemplo, no hay ninguna correlación entre las tareas y el castigo, no es una consecuencia natural y está demostrado que a medio y largo plazo no funciona. Utilizando los castigos, siempre tendrás que amenazar a tu hijo para que te escuche y esa no es la mejor forma de educar. 

Todos los castigos son inoportunos y dañinos para el desarrollo cerebral de nuestro hijo. Si tu hijo, de por lo menos 6 años, no quiere recoger sus juguetes después de jugar, hazlo con él. Si él se niega continuamente a pesar de tu ayuda, sigue acompañándole con paciencia, sé un ejemplo de respeto, empatía y comprensión . Evita cualquier tipo de castigo, no le quites su juguetes por unos días, no lo amenaces con regalarlos al vecino. Si es más pequeño, ten aún más paciencia, dado que le llevará tiempo establecer el hábito de recoger sus juguetes.

Nunca sea injusto con tu hijo. Si somos constantemente injustos con nuestro hijo, llegará un momento que va a querer vengarse de nosotros, portándose cada vez peor. Debemos comprender que nosotros, como padres, no somos dueños de nuestros hijos, no tenemos poder decisional sobre ellos. Debemos ser un guía para ellos, un modelo a seguir, no jueces que reparten castigos y consecuencias.

Errores a evitar

Hay varios errores que tenemos que evitar: 

• • nunca le hagas daño para poner limites, porque así sólo lograras perder su respecto y conseguir que se porte peor.                                                                           
  • No intentes premiarlo para que no se porte mal. Eso no es educativo, es una forma de extorsión y creo que nadie quiere eso para su hijo.

• • No esperes a acompañarlo y guiarlo cuando sea más mayor. Es importante empezar a guiarle desde temprana edad para que sepa como comportarse correctamente. Empezar a acompañarle y guiarle cuando ya sea adolescente, si nunca lo hiciste antes,  necesitará de tiempo, mucha paciencia y constancia. Se puede lograr pero el esfuerzo por tu parte deberá ser ejemplar. 

• • No pretendas que tu hijo aprenda a respetar los limites respetuosos en dos días. Los únicos límites que debe tener tu hijo son por su interés superior. Por eso debes acompañarle en su crecimiento, estar presente y enseñarle con tu ejemplo. Tú eres su guía, su figura de referencia. Si no lo has sido hasta ahora, tienes que utilizar esta técnica: reconoce tu error. Dile que te has equivocado hasta ahora por no haberlo acompañado correctamente, por dejarle hacer cosas perjudiciales por su interés superior. Dile que has comprendido que sería perjudicial seguir así, porque él tendría muchos problemas en el presente y en futuro cuando se relacione con los demás y que, a partir de ahora, por su bien serás más presente,  que habrá limites respetuosos por su bien. Si, por ejemplo, lo has dejado jugar a la consola durante horas cada día, no lo has acompañado correctamente y por ende ahora tendrás que lidiar con eso, corregir esa conducta perjudicial por su interés superior.

• • Discúlpate con él.  Si además de no haber conseguido ponerle limites respetuosos, has sido demasiado duro con él en los años anteriores utilizando también violencia física o verbal, discúlpate con sentimiento de remordimiento. Dile que a partir de ahora intentarás mantener siempre la calma, aplicando las consecuencias de forma justa, sin abusos. Pedir perdón nunca es una señal de debilidad, es un acto de honor. De esta forma le estarás enseñando también que es humano equivocarse, que tampoco los adultos son perfectos ( nosotros lo sabemos muy bien…) y que los padres también se pueden equivocar. Además le estarás enseñando a perdonar, que es un sentimiento muy noble e importante que le servirá para toda su vida.

Amabilidad, Paciencia, Empatía y Justicia

Querido padre, con estos consejos estoy seguro que conseguirás poner limites respetuosos a tu hijo. De esta forma lo estarás ayudando a vivir el presente como se merece, a crecer correctamente, a ser en futuro un adulto responsable, con principios y valores, y a hacerte respetar con amor. Recuerda siempre que firmeza no es sinónimo de dureza y severidad: sé siempre amable, paciente, empático y justo con tu querido hijo. Sé un guía para él, una persona en la cual siempre pueda confiar. Gánate su respeto con cariño y al mismo tiempo guiándole y acompañando sus emociones: esa es la clave para ser un padre extraordinario!

No te pierdas mis próximos post y comparte estos conocimientos. Estarás ayudando a otros niños a ser más felices y a mejorar la sociedad, que tanto lo necesita. Si quieres aprender a poner limites de forma respetuosa y a criar siempre con amor y respeto, consulta los servicios de mi academia online para padres.

Un abrazo enorme!

«Mamá y Papá: hablad con cariño a vuestro hijo y veréis cómo os prestará más atención»

El 11 de Enero de 2021