Qué hacer Cuando mi Hijo está Enfadado. Educación Emocional :La Ira o Enojo

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¿Qué hago cuando mi hijo está enfadado?

¿Tu hijo se enfada a menudo, tiene expresiones emocionales de ira que no sabes cómo gestionar? ¿Te cuesta calmarlo cuando expresa su ira? Hoy hablaremos de una emoción tan frecuente en niños y adultos, la ira o enojo y de cómo podemos ayudar a nuestros hijos cuando sienten y expresan esa emoción.

En la clase de hoy aprenderá sobre el mundo emocional de los niños y adolescentes para poder educar con verdadero amor y respeto, según los principios de la Educación Real.

La educación emocional es un factor fundamental en la vida de cada ser. Entender nuestras emociones, saber ponerlas en perspectiva, dejarlas fluir y expresarlas correctamente, es importante para vivir una vida feliz. 

Como todo en esa vida, antes de poder empezar a enseñar algo a otra persona, tenemos que estar nosotros preparados. No puedo enseñar a mi hijo a cocinar un plato de comida si yo no me conozco bien la receta, cómo manipular los ingredientes, las cantidades y la cocción. En el caso de la ira, primero tenemos que ver cuánto somos capaces nosotros de comprender, analizar, poner en perspectiva y dejar fluir el enojo, para que no nos dejemos llevar por él.

LAS EMOCIONES: LA IRA

Para conocerte más en profundidad, hazte esta preguntas: ¿Me enfado a menudo con mi mismo y con los demás? ¿Me molesto por asuntos de poca importancia? ¿Me enojo cuando conduzco en el tráfico, en la cola del supermercado, cuando alguien no me entiende, cuando no me dan la razón o me llevan la contraria? ¿Me enfado con mis compañeros de trabajo cuando no hacen las cosas como corresponde, o soy capaz de explicar las cosas sin necesidad de enfadarme y perder la paciencia? ¿Grito a menudo en casa con mis familiares, con mi esposo y con mis hijos, o soy capaz de expresarme correctamente sin enfadarme? 

Desgraciadamente, en la escuela no se enseña educación emocional, sino sólo a nivel preescolar, poniendo pegatinas de colores o poniendo un nombre a la emoción. Estos métodos realmente no enseñan nada. Nosotros los padres somos los que debemos educar en emociones a nuestros hijos a través de un optimo ejemplo que se consigue solo a través de nuestro autoconocimiento emocional.

La ira, o enojo, condiciona mucho nuestras vidas. Hay personas que constantemente están enfadadas, se molestan por todo, se levantan casi siempre con el pie izquierdo, maldiciendo su vida y echando la culpa de su desgracia a los demás. Vivir de esta forma, en estado de víctima, es algo que se aprende en primer instancia de nuestros familiares. Vivir con constante rabia es malo para nuestro bienestar físico y emocional.

Si eres una persona que a menudo se enfada con los demás, que se enoja por cualquier cosa, que echa la culpa al prójimo, que le grita a sus hijos, por el bien tuyo y de tu familia, es importante que te des cuenta de que necesitas dar un cambio a tu vida y buscar los recursos para vivir de forma más relajada, empezando por descubrir y sanar las heridas emocionales que todos tenemos.

Recuerda que tu ejemplo es primordial. Si quieres que tu hijo en su vida adulta sepa expresar sus emociones correctamente, tendrás que aprender sobre tus emociones y descubrir por qué te enfadas tanto en determinadas circunstancias.

Realmente deberíamos ver la ira como una emoción normal, nos enseña algo sobre una situación y reprimirla hace daño a los niños. No existen emociones negativas, sino mal canalizadas. Es normal que los niños se enojen con facilidad, aún no tienen ningún control de impulso y, cuando algo les molesta o las cosas no ocurren como desean, se enfadan en seguida.

No tienes que reprimirlo nunca o darle una charla sobre la importancia del autocontrol, no te va a entender. Lo único que puedes hacer es enseñarle con el ejemplo. Por ejemplo, si un bebé tira un plato al suelo, recógelo y retíralo sin más, sin enojo: él te estará observando e interiorizará tu reacción. Él simplemente está explorando la vida, no quiere fastidiar a nadie. Aprovecha esta fase para trabajar en tu paciencia, si lo necesitas. Recuerda que la educación de los hijos es la mejor escuela de vida para los padres.

Cuando tu hijo esté enojado, por la razón que sea, no te enfades, mantén la calma y aportarle un óptimo acompañamiento emocional. Es el mejor ejemplo que le puedes dar para enseñarle sobre emociones. El desconocimiento emocional en la vida adulta es el resultado de la represión emocional en la infancia y adolescencia, en la falta de un buen acompañamiento emocional. 

¿Cuántos adultos intentan conseguir lo que quieren utilizando el enojo, provocando el miedo en los demás? Ésta es una clara falta de educación emocional, y tú como padre tienes el deber de enseñársela a tu hijo cuando aún es pequeño a través de tu ejemplo y de un óptimo acompañamiento emocional, como enseño en el video que encontrarás en la descripción o que puedes ver luego pinchando aquí arriba. No dejes su educación emocional al azar.

ERRORES DE LOS PADRES

Un error común para intentar controlar la ira de nuestro hijo es castigarlo cuando se enfada. El niño tiene todo el derecho de estar enfadado, ahora, eres tú como padre que tienes que mantener la calma y transmitir tranquilidad. Castigarlo le parecerá injusto y lo único que obtendrás es debilitar el vínculo con él, que se enfade contigo o que reprima su ira para volver a expresarla cuando tenga más años, en la edad de la adolescencia o en la vida adulta.

Acompáñalo emocionalmente en esta fase, quedándote a su lado, tolerando su rabia con tranquilidad. Acostúmbrate a hablarle con un tono de voz bajo y calmado, esto le transmitirá tranquilidad y bajará su nivel de ira. Es injusto castigarle por sentir y expresar una emoción natural.

Nunca le digas que se calme cuando está enojado, eso sólo servirá para que aumente su ira. Deja que se enoje todo lo que desea. Cuando esté más calmado, se puede dialogar con él, explicándole que tiene todo el derecho de enfadarse, que lo comprendemos, que lo amamos, haga lo que haga.

Si nosotros hemos desencadenado su rabia por una negativa que consideramos correcta por su bien y por su interés superior, al final del proceso de acompañamiento le podemos explicar nuestras razones y qué por su bien no podemos cambiar de opinión.

Se trata de enseñar a tu hijo que la ira es algo normal y saludable. Cuando esté tranquilo dialoga con él y sobre todo escúchalo para que se sienta comprendido y no juzgado. Enséñale que el enojo se convierte en algo negativo solo cuando lo utilizamos para hacer daño al prójimo o para obtener algún beneficio. 

RECURSOS PARA LIBERAR EL ENOJO Y EL ESTRÉS

Por otro lado, hay rutinas saludables que ayudan a liberar el estrés que son la actividad física, el arte y la respiración controlada. Lo mejor es el juego libre en un espacio abierto. Según la edad que tenga, invítalo a hacer un deporte que le guste, sin forzarle, o simplemente a jugar libremente en la calle. También dibujar o tocar un instrumento musical son formas ideales de liberar el enojo, según los gustos de cada persona. 

EL ENOJO EN LA ADOLESCENCIA

En la adolescencia, que engloba la fase desde los doce/trece años hasta los 21 años de edad aproximadamente, si hemos acompañado emocionalmente a nuestro hijo en las fases anteriores, cosa que muchas veces no ocurre, él debería ser capaz de reconocer sus emociones. Debemos saber que la adolescencia es una fase de cambios cerebrales y fisiológicos importantes.

Es normal tener cambios de humor repentinos, tener momentos de ira y expresarlos de forma intensa. Nunca debemos reprimir sus expresiones emocionales, tampoco en esa fase. La persona adolescente aún está en fase de evolución, de desarrollo cerebral y emocional, no tiene control de impulsos, ni un razonamiento lógico como en la vida adulta. Necesita de nuestro mayor apoyo y comprensión porque aun no es un adulto, su cerebro sigue en desarrollo.

Una vez acompañado su enfado de forma óptima, además de decirle que entendemos su rabia y frustración, lo invitaremos a poner en perspectiva su ira, para que aprenda a dejarla fluir sin resistencia. Si obtiene una mala nota en el cole, en lugar de enfadarnos nosotros con él, podemos invitarlo a canalizar su enfado para hacerlo mejor la próxima vez y demostrar a sí mismo que es capaz de obtener lo que persigue, en lugar de trasmitirle presión académica, que es muy nociva para su salud mental.

¿Pero por qué hay tantos problemas con los adolescentes? ¿Por qué parecen tan enfadados con el mundo? La explicación es muy sencilla y obvia: si no hemos construido un palacio sólido desde sus fundamentas, ahora que llegamos al techo se notará su instabilidad y empezarán los problemas. Invito siempre a los padres a formarse con antelación para educar con verdadero amor y respeto a sus propios hijos y evitar que tener que lidiar con serios problemas en la fase de la adolescencia, donde salen todos los errores que hemos cometido precedentemente.

 Enseñar educación emocional a un hijo adolescente que está muy enfadado con nosotros por el trato que recibió en la infancia, no es un trabajo tan fácil. Aun así, si no hemos sido capaces de educar correctamente con anterioridad, tenemos la obligación de hacer lo mejor que podamos ahora, pidiendo ayuda si necesario, antes de que llegue a la adultez.

COMPRENDER ES LA CLAVE

La clave de la clase de hoy es comprender que es normal que los niños y adolescentes se enfaden con facilitad, y es saludable que puedan expresar esa emoción en libertad, en un entorno seguro que le comprenda, le apoye sin juicios, ni represiones, para que de adulto tengan un optimo conocimiento de sus emociones, evitando así de dañarse a si mismo y a los demás.

Para profundizar más sobre el mundo emocional de los niños y adolescentes, en nuestro Blog y en nuestro canal de YouTube publicamos cada semana videos relacionados con la educación emocional. Suscríbete ahora a nuestra newsletter y a nuestro canal para ser parte de nuestra comunidad comprometida con el bienestar de los niños y adolescentes.

Recuerda que en nuestra Academia Online para padres de familiaycrecimiento.com tenemos todos los servicios para brindar apoyo y asesoramiento a los padres, a través de un trabajo profundo de autodescubrimiento y desarrollo personal. Gracias por compartir esa información para contribuir a formar un mundo mejor. 

Te mando un fuerte abrazo y ¡te deseo una feliz semana en familia!

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mi hijo está enfadado

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