Qué hacer cuando Mi hijo tiene miedo. Educación emocional para niños.

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¿Qué hago cuando mi hijo tiene miedo? 

¿Te ha pasado alguna vez que tu hijo no quiera dormir porque tiene miedo a la oscuridad, o a algún personaje, monstruo, o fantasma? ¿Le cuesta dormirse solo o se despierta por la noche con miedo? Hoy te voy a explicar las causas del miedo en los niños y cómo actuar correctamente en estos casos, según la investigación científica que realizamos en la Educación Real. Al final te voy a desvelar el secreto nunca revelado para evitar que tu hijo sienta miedo por la noche y pueda dormir tranquilamente sin despertarse a causa de sus temores.

LAS EMOCIONES: EL MIEDO

Debemos saber que no existen emociones negativas, sino sólo mal comprendidas y mal canalizadas. El miedo es una emoción presente en todo nosotros, es esencial para todo ser viviente. Es necesaria y saludable sentirla en determinadas situaciones. 

Nos protege en situaciones de peligro porque nos ayuda a prestar más atención en circunstancias verdaderamente peligrosas como un incendio, salir al mar con un fuerte oleaje, escalar una montaña sin tener la experiencia necesaria, ir por un barrio conflictivo y desconocido de noche, evitar ir solo en el bosque sabiendo que hay animales feroces, etc. Sin embargo, si en la infancia no se acompañan los miedos correctamente, de adulto podemos tener miedos irracionales que nos impiden vivir la vida libremente. 

En la infancia, es normal tener miedo, no hay que forzar al niño a que no sienta miedo. El miedo, igual que la ira y la tristeza, es una emoción que se ha estigmatizado a nivel social. No queremos que nuestros hijos sientan miedo, les forzamos a que sean valientes, cuando aun su cerebro no está preparado. Les leemos cuentos manipulativos para que aprendan a ser valiente, a superar sus miedos, en lugar de acompañar emotivamente sus emociones. 

La naturaleza es sabia, el ser humano tiene unos procesos de desarrollo cerebral óptimos, que no hay que modificar o cambiar. En la infancia se está formando todo el sistema cerebral del niño. Su desarrollo cerebral se realiza por etapa, a través de las conexiones cerebrales entre neuronas. 

Si forzamos su proceso de desarrollo, queriendo que no sienta una emoción natural, como es el miedo, y obligándole a que sea valiente, estaremos propiciando de forma involuntaria unas conexiones equivocada en su sistema cerebral, en lugar de favorecer sus óptimas conexiones cerebrales, con consecuencias negativas en su vida adulta. 

Para simplificar aún más, imaginaos una serie de cables que se enchufan en una toma de corriente equivocada. Eso provoca un mal funcionamiento del sistema, que es la causa de nuestras carencias en la vida adulta. 

Muchas veces, de adultos, tenemos miedos irracionales, que nos impiden tomar la rienda de nuestra vida. Hay personas que tienen muchos tipos de miedos por situaciones de vida normales. Eso es debido justamente a estas conexiones que no se han realizado de forma correcta. Para evitar ese escenario, como padres responsables que somos, tenemos que aprender sobre el mundo emocional infantil para aportar a nuestro hijo todo lo que necesita para su óptimo desarrollo. 

En mi Blog y en nuestro canal de YouTube, publicamos videos nuevos cada semana que te garantizo que te van a ayudar a aportarle una excelente educación emocional. Suscríbete ahora a nuestra newsletter y a nuestro canal para ser parte de nuestra comunidad que está comprometida con el bienestar de los niños y adolescentes.

MIEDO EN LA INFANCIA

Veamos ahora por qué los niños tienen miedo y cómo actuar en estos casos. Los niños suelen tener miedo a la oscuridad, a quedarse solos, a personajes inventados por su imaginación como monstruos o fantasmas, o a personajes de algún cuento o que ven en la TV. 

Lo primero es entender que el miedo en los niños es algo natural y por eso tenemos que ser comprensivos con ellos, empleando el amor, la empatía y mucha paciencia, favoreciendo que superen sus miedos poco a poco sin forzarlos. Los niños viven de emociones, de imaginación, de fantasía. No hay razonamiento a esa edad, no pueden entender nuestras explicaciones o nuestros sermones sobre la importancia de ser valientes. 

El error más grande es subestimar sus miedos. Tenemos que tomar siempre en serio sus temores, para que se sientan comprendidos y protegidos. Ridiculizarlos, quitarle importancia, decirles que sus miedos son tonterías y fantasías de sus cabezas, decirle que no sea un cobarde o que no debe sentir miedo son errores comunes que empeoran la situación. Les hacen sentir mal, inadecuados, inútiles, provocándole una baja autoestima y un bajo concepto de sí mismos.

Para ayudarle, evita que vea películas o dibujos animados que no sean aptos para su edad y que lo puedan asustar. Ésta es la causa más común del miedo a los monstruos o a otros personajes que tienen los niños por la noche. Según estudios científicos, se recomienda evitar la TV por completo en los primeros años de vida. Hasta los 5 años de edad, ver pantallas electrónicas es nocivo para el desarrollo cerebral del niño, aunque esto es otro tema que analizaremos en futuro. Vigila también sobre las interacciones de tu hijo con otras personas, para evitar que algún niño más grande le cuente historias o cuentos de miedo que le puedan asustar y marcar negativamente por mucho tiempo.

ERRORES DE LOS PADRES

Tenemos que ser conscientes también de que nuestro ejemplo es primordial. Si nosotros tenemos temores irracionales, los vamos a transmitir a nuestro hijo. Sin darnos cuenta, muchos padres caen en el error de sobreproteger a sus hijos, transmitiéndoles sus temores. 

Es verdad que hay miedos naturales en los niños, pero hay otros que les inculcamos nosotros los padres. Si desde temprana edad les decimos: «¡Cuidado que te caes! ¡Cuidado con las escaleras, que te vas a caer! ¡No salgas a la calle que te van a atropellar!», les estaremos transmitiendo miedos innecesarios que nuestro niño asimilará. Sin embargo, lo mejor es ayudarle cuando lo necesite, pero dejarle que experimente la vida por sí mismo. 

Deja que se caiga, enséñale a bajar las escaleras, pero no evite que lo haga, no alimentes sus miedos. Por supuesto, hay que vigilar y enseñarle, pero no podemos siempre asustarlo cada vez que intente hacer algo nuevo. Sé tú el primer ejemplo para tu hijo, su modelo de referencia. 

Empieza a aprender sobre tus emociones, a saberlas analizar y canalizar correctamente, sólo así serás capaz de ayudarle. Si consideras que tienes miedos que te limitan, es importante la ayuda de un buen profesional. En nuestra academia online para padres, de familiaycrecimiento.com, te acompañamos en tu crecimiento personal como madre o padre. Visita nuestra web para más información.

RECURSOS PARA CUANDO NUESTRO HIJO TIENE MIEDO

Una vez que hemos entendido que el miedo es una emoción natural del niño, que no es una debilidad, que no debemos evitarla, ni estigmatizarla como algo negativo, veamos qué hacer cuando nuestro hijo tiene miedo. 

En primer lugar, nunca debemos forzarle a que sean valiente y a que no tenga miedo. Eso es represión emocional, no le ayuda para nada en su conocimiento emocional. Se sentirá inepto y avergonzado. Le estaremos causando heridas profundas que, como vivos, perjudican su autoestima y su autovaloración.

Estamos creando un problema donde no hay, fomentado por la incomprensión del mundo infantil y por la violencia estructural presente en nuestra sociedad. Lo único que debemos hacer, es acompañar esta emoción, estando siempre a su lado, aportándole presencia, consuelo, cariño, comprensión, escucha y empatía el tiempo que haga falta, evitando sermones sobre la importancia de la valentía, comparaciones y otro tipo de manipulación.

Si tiene miedo nocturno, miedo a la oscuridad, que suele ser normal en la mayoría de los niños de cualquier edad, quédate a su lado, no lo fuerce o acostumbre a quedarse solo con artimañas nocivas que aconsejan algunos profesionales, que evidentemente desconocen el correcto desarrollo cerebral infantil.

No le ponga una luz nocturna o un muñequito para que deje de sentir miedo. Lo que necesita su cerebro es la presencia de su mamá o su papá, no de un sustituto. El sueño siempre hay que acompañarlo en toda su infancia, no solo en los primeros meses de vida. 

Facilita siempre la conciliación del sueño, quedándote a su lado hasta que se duerma, contándole una novela adecuada a su edad, que no sea manipulativa ni que le pueda asustar, o cantándole una canción. Tu voz le ayudará a dormirse. La lectura es un talismán de vida para conciliar el sueño, relaja su nivel de estrés en la sangre, favorece la producción de la melatonina de forma natural, entre otros muchísimos beneficios.

El secreto para evitar que tu hijo sienta miedo por la noche, que se despierte asustado, es que duerma en tu habitación hasta que esté preparado para dormir sólo, todo el tiempo que sea necesario, sin forzar el proceso. Es la mejor forma de superar cualquier miedo nocturno. Le ayuda a quitarle ansiedad y estrés, que son perjudiciales para su salud a medio y largo plazo.

A pesar de lo que te pueda decir algún profesional, está científicamente probado que dormir acompañado produce muchos beneficios a las personas. No hay que forzar la autonomía, la independencia. Para que sea independiente y seguro de sí mismo en la vida adulta, necesita un apego seguro y protección en la infancia, que no hay que confundir con la sobreprotección. 

Dormir acompañado es proteger su óptimo desarrollo cerebral, es lo que realmente se necesita en la infancia, aunque sea mal visto por nuestra sociedad adultocentrica, donde se prioriza el interés adulto ante el interés del niño.  

EL ACOMPAÑAMIENTO EMOCIONAL

En definitiva, es importante comprender que el objetivo no es que tu hijo deje de sentir esa emoción, evitar que tenga miedo, sino acompañar sus emociones, como vimos en el artículo dedicado al acompañamiento emocional.

Tu hijo necesita experimentar esa emoción y precisa de tu apoyo para aprender a superarla gradualmente, cuando su cerebro esté preparado, sin forzar procesos, porque aún no tiene la fuerza, el valor, la voluntad y la disposición para afrontar estas circunstancias sin auxilio. Como guías que somos, debemos estar a su lado y apoyarle siempre durante toda su infancia y adolescencia.

Gracias por dedicar tu tiempo para leer mi post y formarte como padre, tus hijos o tus nietos te lo agradecerán. Comparte estos conocimientos con las personas a ti queridas, para ayudarme a divulgar esa información tan valiosa. No te pierdas los siguientes post y mis videos, donde seguiremos en el aprendizaje sobre educación infantil y el mundo emocional de los niños y adolescentes.

Te deseo una feliz semana en familia. ¡Un fuerte abrazo!

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