Qué hacer en caso de rabietas, berrinches o pataletas

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Queridos lectores,

Hoy hablaremos de las famosas rabietas de los niños, también conocidas como berrinches o pataletas, según la cultura de cada país. Bienvenidos a ese espacio de aprendizaje sobre educación infantil realmente respetuosa, basados en los principios de la Educación Real, donde hoy te revelaré la verdad sobre las mal llamadas rabietas, que nadie te habrá contado antes. 

¿Te has preguntado alguna vez qué son realmente las rabietas y por qué ocurren? Las rabietas o berrinches son una expresión emocional de los niños, normalmente acompañadas de enojo o frustración, que se manifiestan de forma muy intensa, sobre todo en los primeros años de vida, y que muchas veces los padres no sabemos manejar. 

 ¿Rabietas o Expresiones Emocionales?

En primer lugar, es importante entender que educar implica respetar a nuestros hijos o alumnos. El lenguaje que utilizamos es basilar en ese sentido. Cuando llamamos una expresión emocional de nuestros hijos con el nombre despectivo de «rabieta», estamos despreciando una expresión natural que es la emoción, que surge siempre de forma espontánea.

La emoción no es algo que podemos controlar, como he explicado también en otro video, que puedes ver pinchando aquí arriba. Es una reacción a un impulso externo o a un pensamiento que genera una alteración de ánimo en nosotros. No se puede controlar, gestionar, como se suele decir de forma equivocada. 

Es verdad que en edad adulta deberíamos ser capaces de poder comprender, analizar, poner en perspectiva y luego dejar fluir nuestra emoción, para que no nos controle a nosotros. Pero eso solo de adultos, siempre y cuando tuvimos un buen acompañamiento emocional en nuestra infancia o adolescencia, cosa poco probable, o si trabajamos en nosotros mismos para sanar nuestra mochila emocional.

Sin embargo, en la infancia y adolescencia, la emoción no se puede en ningún caso gestionar. Los niños no tienen desarrollada aquella parte del cerebro, la corteza prefrontal, que les permite razonar y entender lo que les pasa. 

La emoción es puramente instintiva en los niños, no podemos pedirle ningún control sobre sus emociones y además es necesario y muy saludable sentirlas, experimentarlas y expresarlas sin represiones. Es un  forma de aprendizaje para el niño, aprende a conocerse y a desarrollar su sistema límbico, que es responsable, a nivel cerebral, del desarrollo emocional de la persona. 

Por estas razones, no podemos etiquetar con unas palabras despreciativas como son rabieta, berrinche o pataleta, una manifestación natural del niño, tan necesaria para su desarrollo cerebral, emocional y fisiológico, como es sentir y expresar una emoción, sea cual sea. Por favor, a partir de hoy, llámale simplemente expresiones emocionales, que pueden manifestarse de forma más o menos intensa, pero no le llames más rabietas o berrinches, por el amor y el respeto que tienes hacia tu hijo.  

Causas de las Rabietas

¿Por qué a veces son tan fuertes estas expresiones emocionales?  El niño, a partir de los dos años, aproximadamente, cuando no consigue lo que desea, empieza a expresar su frustración con ira y llantos. Es la única forma que tiene para demostrar sus frustraciones, no tiene otra manera de desahogar su malestar por no lograr hacer algo o por no poder conseguir lo que le gustaría. Si pudiera reaccionar de una forma más calmada lo haría, para evitar exponerse a tanto sufrimiento y estrés, pero dado que no puede hacer de otra forma, necesita expresarse así. 

Desde un punto de vista fisiológico, el niño necesita tener esa expresión emocional para reequilibrar sus hormonas a nivel cerebral. Necesita llorar, gritar, expresarse verbalmente tal y como su cerebro le indica.  Por esa razón es injusto enfadarse o castigar a nuestro hijo simplemente porque su cerebro está inmaduro todavía. Es algo biológico, tenemos que comprenderlo y tener paciencia, aunque a veces sea frustrante. 

Solución para las Rabietas

Ahora te preguntarás: ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo cuando tiene estas expresiones intensas?  El secreto es el siguiente: Acompañes y no abandones nunca a tu niño durante su cólera. El acompañamiento emocional es el recurso más importante que tenemos en la educación infantil, en particular ante una expresión emocional intensa de nuestro hijo. 

Tenemos un post en nuestro blog que habla exclusivamente de los pasos a seguir para un óptimo acompañamiento emocional. Te invito a leerlo, para aprender todos los pasos a seguir en estos casos.

Hagamos un ejemplo de acompañamiento emocional. Tu niño está construyendo una torre de cubos, pero de repente se le cae. Empieza a llorar, a gritar y a tirar todas las construcciones. Para él es muy frustrante no lograr hacer algo, lo llena de cólera, pero para ti es algo insignificante y no entiendes por qué se enfada tanto.

Para entenderlo utiliza la empatía, ponte en su lugar e imagínate como si a ti te hubiera pasado algo muy grave que te llena de cólera o sufrimiento. Cuando esté en plena expresión emocional, gritando y llorando, no lo abandones, quédate a su lado sin juzgarle. 

Dile simplemente con un tono suave: «aquí está mamá (o papá)» y espera hasta que se relaje por sí solo. Este proceso puede tardar varios minutos, pero es importante estar a su lado, no gritarle, ni dejarle solo, tampoco intentar distraerle para que deje de sentir esa emoción. 

Si lo dejas solo o lo aíslas, sufrirá abandono emocional y no es nada saludable para su educación emocional y su desarrollo cerebral. Poco a poco dejará de llorar y de gritar por no sufrir ese abandono, pero lo que asimilará es que, cuando sienta dolor, sufrimiento y frustración, nadie lo ayudará y sus padres no estarán a su lado para apoyarle. 

El riesgo en ese caso es que tu hijo, cuando tenga más edad, tenga dificultades en expresar sus sentimientos por miedo al rechazo y al abandono. 
Antes, algunos psicólogos, y quizás algunos todavía, aconsejaban la técnica del aislamiento, pero ahora por fin se ha demostrado científicamente que causa daño emocional al niño.

Ejemplo Práctico de Acompañamiento Emocional

Entonces, ¿Qué hago durante una expresión emocional intensa de mi hijo?  Como vimos antes, quédate a su lado, espera que se relaje y no lo juzgues. Apórtale consuelo diciéndole: «Te comprendo, aquí estoy mi amor». Tu presencia lo ayudará a calmarse poco a poco. Él sabe que no está solo y puede contar con tu presencia, aunque esté lleno de ira. Apórtale contacto físico, escucha, comprensión, empatía.  Cuando esté en plena expresión emocional, no intentes hacerlo entrar en razón porque sería completamente inútil.

¿Acaso nosotros los adultos, cuando estamos muy enfadados, aceptamos consejos o estamos en un estado emocional predispuesto al aprendizaje? ¿No, verdad? Pues los niños aún menos.
Es importante que exprese sus sentimientos, que te diga todo lo que siente, que se siente mal porque se le cayó su torre de cubo y por eso tiró todas las construcciones y lloró. No es importante que asocie un nombre, ni mucho menos un color, a lo que siente, sino que exprese libremente su emoción. 

Desde un punto de vista científico, la represión y el abandono emocional son las causas de un nefasto desarrollo cerebral, dado que no se realizarán en su cerebro las conexiones neuronales correctas, en esa fase tan delicada de su desarrollo. Estas conexiones incorrectas son las causas de nuestro desconocimiento emocional en la vida adulta y de posibles patologías.

Si aportas a tu hijo el acompañamiento emocional que se utiliza en la Educación Real, todas las veces que tenga una expresión emocional, sea en casa o fuera, estarás aportándole salud mental, emocional y fisiológica. Además, poco a poco sus niveles de estrés se regularán antes y las expresiones serán más cortas. 

Recuerda que es inevitable que las tenga, pero tú puedes ayudarlo en su desarrollo emocional, acompañándole de la forma correcta. Gracias a tu apoyo emocional, tu hijo aprenderá poco a poco a comprender sus emociones, a expresarla libremente sin miedo al rechazo, al abandono y a la represión.

Siempre sentirá y expresará emociones de forma intensa, pero con el tiempo, si recibe un óptimo acompañamiento, serán más cortas y menos intensas. Eso es muy diferente a que deje de expresar lo que siente por miedo al rechazo y al abandono emocional, que puede provocar inhibición, entre otros efectos. 

Educar en Emociones

Educar en emociones es eso, permitir a nuestro hijo que exprese libremente lo que siente en cada momento, recibiendo comprensión, aceptación y consuelo por sus figuras de referencia. 

Recuerda que el objetivo del acompañamiento emocional no es que el niño deje de sentir y expresar lo que siente, sino de recibir apoyo durante ese proceso. 

Se necesitará de mucha paciencia y práctica, de mucho amor, comprensión, tolerancia, aceptación y empatía por tu parte, pero si estás viendo ese  video, sé que estás comprometido en mejorarte cada día como madre o padre consciente, para aportar a tu hijo todo lo que necesita para su óptimo desarrollo. 

Queridas madres y padres, te felicito por haber llegado a esa parte del articulo, significa que estás comprometido con la educación de tus hijos. Si te gustó esa información, no te olvides de compartir esa información tan importante. Con ese simple gesto me ayudarás muchísimo a llegar a más familias y a seguir facilitando contenido valioso para nuestra sociedad. 

Comenta aquí abajo si te comprometes a dejar de llamar rabietas o berrinches a las expresiones emocionales de tu hijo, y poder así contagiar con tu nuevo vocabulario a más personas, por el respeto de nuestros queridos hijos.  Contestamos a todos los comentarios, porque todos sois importantes y únicos para mí. 

Nos vemos en el próximo post. 

Te deseo un día espectacular en familia. ¡Un abrazo!

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