Educar sin gritos

Educar sin gritos: la importancia de dar buenos ejemplos

Educar sin gritos: la importancia de dar buenos ejemplos

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¡Hola, Amigos!

En primer lugar, muchas gracias🙏 por el apoyo que me han dado muchas personas en privado. Lo aprecio de verdad y también gracias por algunos consejos útiles.

Hoy quiero hablar de un tema muy importante en la educación infantil, la importancia de educar sin gritos, sin estrés, sin violencia. Parece difícil de lograr, pero no lo es y tenemos nosotros los padres la obligación de criar a nuestros hijos de la forma más correcta para su bien emocional, físico y cerebral, y para que de mayor sean unas personas equilibradas y felices.

Hablaré de la educación sin violencia en varios post. Hoy simplemente, para empezar, me voy a centrar en la causa y efecto de una educación negativa para que los padres empiecen a ver la importancia de cambiar sus conductas si creen que haga falta.

Modelo a seguir

Los padres son el modelo a seguir para un niño pequeño, somos su héroe y todo lo que hacemos lo imitan, lo interiorizan y actuarán como lo hacemos nosotros.
Si ves que tu hijo tiene malos comportamientos, se enfada con mucha frecuencia y de forma descontrolada, grita a menudo, pelea con sus amigos o hermanos, el problema es que nosotros de forma indirecta le hemos enseñado estos modales. Con los años sin darnos cuenta le enseñamos que:

    • hay que gritar para lograr las cosas y a veces utilizar las manos

    • hay que levantar la voz para que nos escuchen 

    • hay que enfadarse cuando no se logra algo a la primera 

    • y otras malas conductas que ven en nosotros. No las ven fuera, las aprenden en casa imitando los padres o uno de ellos o sus cuidadores, que puede ser otro familiar cercano.

 Lo primero que hay que hacer es analizarnos profundamente y ver si nuestros comportamientos delante de nuestros hijos, de forma directa o indirecta, son los más adecuados o por lo contrario estamos afectando negativamente a nuestro hijo.

Os pongo un ejemplo: mi hijo Gabriel de 10 años en ese periodo juega más y pasa más tiempo con su hermana Michelle de 5 años. En línea general lo hace muy bien, la mima y la cuida con amor, pero a veces pierde la paciencia a la primera, le grita si ella no lo escucha, no soporta las fuertes expresiones emocionales de la hermanita. Eso es normal en un niño de 10 años, porque él aún no conoce las estrategias para manejar correctamente estas situaciones, pero sobre todo me he dado cuenta de que su comportamiento refleja lo que ha vivido en casa en pasado.

Tengo que reconocer que no siempre, sobre todo en los primeros años de su vida, hemos tenido la paciencia de educar sin gritos, a veces perdiendo la paciencia y gritándole en situaciones de estrés como padres novatos que éramos. 

Si yo hubiera conocido la filosofía educativa de una buena educación desde el principio, la habría aplicado desde los primeros años con él. Sin embargo, he tenido la fuerza de darme cuenta, también de pedirle siempre perdón🙏 si le gritaba y actué a tiempo para corregirme y darle la educación que se merecen él y su hermana.

Es para que estos errores no ocurran a los futuros padres y para que los padres actuales corrijan sus errores que he decidido crear ese blog, que quiere ser una guía sencilla y práctica para ser los mejores padres del mundo y todos lo podemos lograr.

Importancia de educar sin gritos

Como hemos visto, la primera razón para educar sin gritos es que tenemos que ser un ejemplo para nuestros niños, enseñarle que para obtener algo no hay que gritar. Hay que hablar con profundo respeto, escuchando lo que la otra persona nos quiere comunicar y si no estamos de acuerdo, aceptar las diferentes opiniones con empatía y respeto. 

Todos eso se infunde en un niño pequeño con el ejemplo, hablándole siempre con tranquilidad, solucionando todos los enojos calmados y tranquilos. Parece imposible 😳 en principio, pero con la práctica lo conseguirás 💪, aportando enormes beneficios a ti y a tus niños.

Consecuencias negativas de la educación con gritos

 Sin profundizar demasiado ese tema a nivel científico, es importante que sepas que cualquier tipo de situación estresante causada con frecuencia a un niño, como violencia verbal – los gritos e insultos – y aún peor física, provoca daños a nivel cerebral, neurológico y emocional a tus hijos – hay muchos estudios que lo certifican – y creo que nadie quiera eso para sus queridos hijos. 

Me gusta recordar que la violencia no es solo física (ese tipo de violencia no debería existir en ningún caso, menos con un hijo, hablaremos de eso en el siguiente post) sino también verbal y psicológica.

El hombre – como especie evolucionada dotada de inteligencia – normalmente para dialogar y obtener algo no necesita el enojo. Se puede normalmente hablar con el vecino con educación y pedirle que baje la música sin gritar, podemos hacer nuestras tareas sin enfado, pero ¿Qué le ocurre al ser humano cuando no obtiene algo, cuando todos sus intentos fallan? 

Pues, en ese caso, si no hay temperancia perdemos el control y recurrimos a nuestros recursos más primitivos, en primer lugar al grito y si no es suficiente a las manos 😠. Lo mismo hacen muchos padres con sus hijos si no están calmados y no conocen la filosofía educativa correcta: pretenden erróneamente que sus hijos hagan lo que se le pide y recurren a su técnica más primitiva, o sea gritar para ser atendidos 😖.

Cuidar el lenguaje

Cuando intentas arreglar algo y ves que después de muchos intentos no lo consigues, es fácil enojarse y gritar y eso el niño lo imita. Si estás en el coche y te quitan el aparcamiento es fácil gritar al otro conductor y también eso tu hijo lo copia. Si le gritas a tu pareja porque ha regresado tarde, porque la casa está en desorden o cualquier otra causa, tu hijo lo ve, lo interioriza y lo imita. De forma indirecta lo estás educando mal sin darte cuenta.

Si a todo eso le añade los gritos directos hacia él para no recoger sus juguetes, para no hacer las tareas cuando se lo dices tú, para no bañarse, y miles de otras razones, tu hijo no solo seguirá sin hacerte caso sino también aprenderá que para obtener algo siempre hay que gritar, que no hay otro recurso para que la gente nos haga caso. 

Eso se trasmite de generación en generación. También aprenderá que es normal que la gente se enfade y le grite si se equivoca. Eso lo convierte en una persona insegura y con miedo a actuar en la vida por el temor a equivocarse.

Aprendizaje de los niños

 Nos quejamos de que muchos niños gritan, pero ¿Dónde crees que lo aprendieron?  De los adultos, de los padres, de los maestros , de los cuidadores y de las personas con la cual pasan más tiempo. Somos nosotros los primeros que tenemos que aprender a controlarnos, tenemos que conocer primero nosotros las estrategias para reducir el estrés, para ser más calmados, para vivir una vida plena en armonía con nosotros mismos.

Empecemos a hablar con cariño, respeto y tranquilidad con nuestros hijos, con nuestra pareja y en general con todas las personas con las cuales nos relacionamos. Aprendamos a controlarnos en situación de estrés, ya veremos como hacerlo en futuro. La mejor forma de educar es con el ejemplo más que con consejos.

El cambio empieza hoy

Queridos padres, actúen ahora para ser una mejor madre, un mejor padre, para tener una relación familiar mejor e hijos más felices 👪. Yo estaré a disposición para ayudarte con mi pequeña aportación, pero el primer paso lo tienes que hacer tú dándote cuenta de que es necesario cambiar. No te culpes del pasado, pide perdón a tu hijo si le has gritado continuamente hasta ahora y empieza a partir de hoy a buscar mejorías. 

No te preocupes si no lo conseguirás en seguida, es normal porque cuesta cambiar los malos hábitos. Con el tiempo, con voluntad y compromiso lo conseguirás 🙌, estoy seguro. Estamos juntos en ese bonito camino. Lee mis otros artículos sobre cómo educar a nuestros hijos para profundizar más sobre este tema.

Si crees que esta publicación pueda ser útil para alguien, compártela para ayudar a otros padres en este camino, porque mi único propósito es ayudar a los padres a educar niños felices.

 ¡Un fuerte abrazo!

Tenemos que trabajar para educar nuestros hijos y hacerlo con pleno respeto por el hecho de que si no lo hacemos, nadie más va a hacerlo.

El 21 de Abril de 2020 

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